LA PERTIGUERÍA MAYOR DE SANTIAGO.
El dominio señorial de la Tierra de Santiago (véase Señorío de Santiago) estaba reservado para los prelados compostelanos cuya jurisdicción civil y criminal era tan amplia, por privilegio especialísimo, que en él no tenía entrada la justicia real, ni siquiera para perseguir o juzgar los delitos más graves, como homicidios, raptos, etcétera (1).
Para garantizar el cumplimiento de la ley en la Tierra de Santiago los obispos contaban con el llamado Pertiguero Mayor que, para Eduardo Pardo de Guevara, era el más importante oficio militar del arzobispado y estaba reservado a los más altos próceres del reino. Implicaba, según supone el mismo autor, el disfrute de una serie de rentas y/o propiedades catedralicias, así como la tenencia de cierto número de las fortalezas de la Tierra de Santiago, propias del Arzobispado (2).
Para Carlos Galbán el Pertiguero Mayor era la primera dignidad laica de la mitra, su principal cargo de confianza (3).
Tenía, por tanto, el Pertiguero Mayor, competencias policiales, judiciales y militares, pues, además de proteger el territorio del señorío, poseía algunas fortalezas episcopales y sus funciones sobrepasaban el territorio señorial (4).
Antes de los Pertigueros Mayores, los obispos contaban con los princeps militie, o jefes del ejército de la Tierra de Santiago, jefe de las milicias urbanas de Compostela: por ejemplo, Gelmírez puso a su hermano su hermano gemelo, Munio, quien además de ocuparse del ejército, también era tesorero del Cabildo Catedralicio y fue tenente de los castillos del Oeste y A Lanzada. En 1121 fue sustituido por Fernando Pérez de Traba (5).
Sin embargo, el primero en ocupar oficialmente el puesto de Pertiguero Mayor fue Nuño Núñez entre los años 1211 y 1223. Le sucedió, en ese año, Fernando Gutiérrez de Castro que lo mantuvo hasta 1230 (2). También fueron Pertigueros su hijo Esteban Fernández entre 1284 y 1289, el nieto de éste, Pedro Fernández desde 1328… (6).
10 de abril de 2018
Fuentes:
1.- PARDO DE GUEVARA, Eduardo: El Mariscal Pardo de Cela. Editorial Alvarellos. Lugo, 1981. Página 51.
2.- PARDO DE GUEVARA, Eduardo: Los Señores de Galicia. Fundación Pedro Barrié de la Maza. La Coruña, 2000. Páginas 105 y 106.
3.- GALBÁN MALAGÓN, Carlos J.: Arquitectura militar y aspectos constructivos de las fortalezas bajomedievales. Origen, función y evolución de las fortalezas de Altamira, Vimianzo y Cira. Universitat de Barcelona. 2011. (En adelante, GALBÁN MALAGÓN) Página 110.
4.- GALBÁN MALAGÓN, Página 107.
5.- BARREIRO SOMOZA, José; Diego Gelmírez. Gran Enciclopedia Gallega. Silverio Cañada editor. Santiago. 1984. T. 15. Páginas 233 y 234