GENEALOGÍA BERMÚDEZ DE CASTRO
La web de los Bermúdez de Castro

LOS ULLOA EN LA CONTIENDA DEL SIGLO XIV.

 

 

 

         GONZALO SÁNCHEZ DE ULLOA, fue uno de los caballeros que exigieron a Pedro I que volviera con Blanca de Borbón en 1354 pero, como otros que también estuvieron, acabó apoyando al monarca llegando a dar la vida por el petrismo.

 

         Fernando de Castro, lo nombró su Alférez Mayor, por lo que suponemos que era el encargado de llevar el pendón con los seis roeles en aquellas batallas que participara el de Castro. Como tal, iría a la vanguardia de la tropa y, quizá por ello, fue alcanzado de muerte en la batalla de Arabiana en 1359. Su jefe, Fernando de Castro, consiguió huir de allí “a uña de caballo” (véase la sección aludida).

 

         Su sobrino GONZALO SUÁREZ DE ULLOA también era partidario de Pedro I y participó en la batalla de Montiel (1369) donde fue hecho prisionero por Enrique II durante varios años. Cuando fue liberado comprobó que sus tierras habían sido ocupadas por los Seixas, contra quienes luchó duramente para recuperarlas. Ganadas las fortalezas de Cubián y San Paio de Narla, además de sus posesiones, decidió construir la fortaleza de Pambre, de tal valor defensivo que fuese plaza fuerte en la protección de sus tierras.

 Fortaleza de Pambre.

Fotografía de Pablo Bermúdez de Castro y Blasco.

 

         En 1393 aparece, como Merino Mayor de Pedro Enríquez, Conde de Trastámara, Lemos y Sarria, recibiendo en donación las Tierras de Monterroso y Ulloa por los muchos servicios e buenos que me vos avedes fecho fasta aquí, e facedes de cada día, e queriendo vos cognoscer los dichos servicios e darvos en galardón por ellos.

 

 

 

Datos de:

 

- PARDO DE GUEVARA, Eduardo: Los Señores de Galicia. Fundación Pedro Barrié de la Maza. La Coruña, 2000. Páginas 166 y 242.

 

- MESSÍA DE LA CERDA Y PITA, LUIS F. Labras Heráldicas del Museo de Pontevedra. Excma. Diputación Provincial de Pontevedra. 1991. Página 106.

 

- VARELA CAMPOS, Mª Paz: Castillos y Fortalezas de Galicia. Editorial Nigratrea. Vigo, 1999. Página 76.