FERNANDO PÉREZ DE TRABA Y EL CONDADO-REINO DE PORTUGAL
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Cuando Raimundo de Borgoña, yerno de Alfonso VI, se hizo cargo del gobierno de Galicia (1) sus dominios llegaban hasta el río Mondego, es decir, desde La Coruña hasta Coímbra (2).
En el año 1093 Badajoz entregó a Alfonso VI las ciudades de Santarém, Sintra y Lisboa, por lo que Gallaecia, que incluía los condados de Portucale (Oporto) y Coímbra, llegaba hasta el Tajo (2).
En el año 1094 Raimundo de Borgoña perdió Lisboa frente a los musulmanes (2). Alfonso VI entendió que su yerno era incapaz de defender el territorio por sí mismo y se presentó personalmente en Santarém en el año 1095. Allí concedió Alfonso VI la primera Carta Foral y dejó clara su autoridad suprema desde Toledo al Bajo Tajo (2). Además, el gobierno de los Condados de Portugal (véase Condes de Portucale) y Coímbra, segregados del territorio dominado por Raimundo, fue entregado a Enrique de Borgoña, que se acaba de convertir en yerno del rey al casarse con la infanta Teresa (3). El territorio de Raimundo quedó reducido desde el Cantábrico al Miño y el de Enrique del Miño a Santarém (2).
Tras la muerte de Raimundo de Borgoña (año 1107) su viuda Urraca encargó la custodia de su hijo Alfonso a Pedro Fróilaz de Traba, quien defendió la legitimidad de su protegido como sucesor de la corona de León contra la propia Urraca y contra su segundo esposo, Alfonso I de Aragón (véanse los apartados correspondientes).
Enrique de Borgoña, Conde de Portugal, apoyó al de Traba mientras pudo (4) pero falleció en el año 1112 (5). Su viuda, la infanta Teresa, también apoyó a Pedro Fróilaz de Traba en el año 1116 cuando sitiaron a Urraca en el castillo de Sobroso (6). López Sangil apunta que pudo ser en ese momento cuando Teresa de Portugal, viuda de Enrique de Borgoña, comenzara su relación amorosa con Fernando Pérez de Traba, hijo de Pedro Fróilaz (6). Fernando estaba casado con Sancha González de Lara pero la abandonó para irse a Portugal en el año 1121, año en el que aparece como tenente de Coímbra y Oporto (6).
Entre los años 1121 y 1123 Teresa aparece ya en los documentos como reina y Fernando como dominante, comite, consule, baronum Portugallensium… incluso como esposo de la reina: Ego igitur superdicta Regina Tharasia… et um cum Viro meo comite Dno. Fernando Petri… (7). De haberse casado, Fernando aparecería como rey, pero no podían casarse mientras viviera la legítima esposa de Fernando.
A partir de 1123 Fernando siguió confirmando documentos en Portugal como conde y como cónsul, pero ya nunca junto a la reina (8). Desde el año 1125, el que aparece confirmando documentos junto a la reina es Alfonso Enriques, el hijo que había tenido Teresa con Enrique de Borgoña. El joven aparece, además, como rey: regina Tarasia et filius meus Alfonsus rex (8). Suponemos que se debe a que el sucesor había alcanzado ya la mayoría de edad.
Fernando Pérez seguía actuando como Conde de Portugal y así era reconocido, incluso, por el rey de León, Alfonso VII, en el año 1127 (9).
Ni uno ni otros parecían estar satisfechos con esa situación y el enfrentamiento bélico resultó inevitable: tras una primera victoria de Fernando Pérez, los ejércitos se volvieron a encontraren la batalla de San Mamede, donde Teresa y el de Traba fueron derrotados y capturados. Como prisioneros fueron llevados a la Vega de Santibáñez (8).
Tuvieron que renunciar al reino de Portugal para ser liberados, lo que ocurrió en el año 1128 (8).
Tras jurar fidelidad al rey de León en Zamora, Fernando de Traba volvió a Galicia (8). Allí retomó el liderazgo político y militar que había mantenido su familia al norte del Miño (10): Fernando Pérez aparece como Conde de Galicia y como senior in maiore parte Galletie (11).
Como tal tuvo que defender sus fronteras frente a la política expansionista de Alfonso Enriques, que pretendía ocupar el territorio al norte del Miño (11). Fernando tuvo que recordarle, en más de una ocasión, mediante las armas, que había renunciado al gobierno de Portugal, no al de Galicia.
Entonces, ¿cuándo el Condado de Portucale pasó a ser reino de Portugal? Dicho de otra manera: ¿cuándo los condes de Portucale comenzaron a considerarse reyes?
José Mattoso (12) nos recuerda cómo describían los clásicos la batalla de San Mamede:
“O conde D. Henrique, quando ele era ainda criança de dois ou três anos, certos indignos e estrangeiros pretendiam do reino de Portugal; sua mãe, a rainha D. Teresa, favorecia-os, porque queria, também, por soberba, reinar em vez de seu marido, e afastar o filho do governo do reino. Não querendo de modo algum suportar uma ofensa tão vergonhosa, pois era já então maior idade e de bom carácter, tendo reunido os seus amigos e os mais nobres de Portugal, que preferiam, de longe, ser governados por ele, do que por sua mãe ou por indignas e estrangeiras. Acometeu-os numa batalha no campo de S. Mamede, que é perto do castelo de Guimarães e, tendo-os vencido e esmagado, fugitam diante deles e prendeu-os. Se apoderou do principado e da monarquia do reino de Portugal”.
Muchos han querido ver, en los inicios de la nación portuguesa, la acción de un valiente guerrero. Parece que una mujer que vivía en pecado no era un comienzo suficientemente digno, aunque fuera ella la primera en firmar como reina. Quizá lo políticamente correcto sea atribuir al pueblo (en este caso a la nobleza) el mérito de la soberanía, como escribe Mattoso (13):
"À mutação dinástica do seculo XI, corresponde uma mutação social. É a nova nobreza assim criada que incarna o sentimiento de autonomía formado de elementos muito variados, e que, em 1128-1140, se encontra madura para constituir a minoría dirigente de una nova nação que poude, desde ese momento, escolher o seu propio destino".
Finalmente la frontera quedó establecida, aunque no muy estable, en el Miño.
20 de octubre de 2017
Datos de:
1.- Rodrigo Furtado apunta como fecha probable de dicho gobierno los años 1091 ó 1092. El mismo autor afirma que el propio Raimundo de Borgoña impuso, en el año 1092, como nuevo obispo de Coimbra al abad S. Bartolomeu de Tuy y antiguo monje de Cluny, el francés Ceresconio. Véase FURTADO, Rodrigo: Cuando Portugal era reino de León: unidad cultural y evolución política. Primer Congreso Territorial del Noroeste Ibérico. INTECCA UNED. 2012. Página 19. Pincha aquí para descargarlo en PDF. (En adelante FURTADO)
Julia Montenegro, sin embargo, retrasa la presencia del borgoñón en los diplomas al año 1093. Véase MONTENEGRO, Julia: La crisis sucesoria en las postrimerías del reinado de Alfonso VI de León y Castilla: el partido Borgoñón [en línea], Estudios de Historia de España, 12 (2). Página 374. Disponible en:
[Fecha de consulta: septiembre de 2017] (En adelante se citará únicamente como MONTENEGRO)
2.- FURTADO, páginas 18-20.
3.- MONTENEGRO, páginas 374 y 375.
4.- Enrique de Borgoña apoyó al de Traba en el año 1110. Véase LÓPEZ SANGIL, José Luis: La nobleza altomedieval gallega. La familia Froilaz-Traba. Editorial Toxosoutos. La Coruña. 2002. Página 28. (En adelante se citará únicamente como LÓPEZ SANGIL).
Sánchez de Mora opina, sin embargo, que Enrique de Borgoña debió llegar a algún acuerdo efímero con Alfonso I de Aragón. Véase SÁNCHEZ DE MORA, Antonio: La nobleza castellana en plena Edad Media: el linaje de Lara. Tesis doctoral. Universidad de Sevilla. 2003. Vol. I. Página 77.
5.- Según Torres Sevilla Teresa estaba viuda desde el año 1112. Véase TORRES SEVILLA-QUIÑONES DE LEÓN, Margarita: Linajes Nobiliarios en León y Castilla (Siglos IX-XIII). Junta de Castilla y León. Consejería de Educación y Cultura. 1999. Página 334. (En adelante se citará únicamente como TORRES SEVILLA). También CAETANO DE SOUZA, Antonio (1735). Historia Genealógica de la Real Casa Portuguesa (en portugués). I, Libro I. Lisboa: Lisboa Occidental, na oficina de Joseph Antonio da Sylva. Folio 37.
López Sangil retrasa la fecha del fallecimiento a 1114. LÓPEZ SANGIL. Página 79.
6.- LÓPEZ SANGIL. Página 79.
7.- LÓPEZ SANGIL. Páginas 80-85.
8.- LÓPEZ SANGIL. Página 87.
9.- TORRES SEVILLA. Página 334.
10.- LÓPEZ SANGIL. Página 88.
11.- TORRES SEVILLA. Página 335.
12.- MATTOSO, José: D. Afonso Henriques. Lisboa. 2014. Temas e Debates. 2ª edición. Páginas 63 y 64.