FERNÁN PÉREZ DE ANDRADE: "NO QUITO NI PONGO REY...".
En opinión de Eduardo Pardo de Guevara, la estirpe de los Andrade, aunque antigua, no estaba especialmente bien situada antes del conflicto entre Pedro I y Enrique de Trastámara (1).
Su solar primitivo podía estar localizado en algún punto entre Pontedeume y Ferrol (2), y podía haber formado parte del Condado de Trastámara (3) y, anteriormente, del Condado de Traba. Ello explicaría la presencia allí de los Andrade como descendientes de aquellos condes (como sugiere el Padre Gándara) (4).
Como queda dicho, el linaje de los Andrade creció en la segunda mitad del siglo XIV cuando era Señor de Andrade Fernán Pérez, que sirvió a Pedro I en sus primeros años de reinado. El monarca se encargó de agradecérselo en 1356 con distintos bienes, entre los que estaba la feligresía de Santa María de Recemil (5).
Sin embargo, cuando Enrique de Trastámara llegó a Galicia en busca del apoyo de Fernán Ruiz de Castro, se encontró con que el Rey, Pedro I, había dado orden de que le tuvieren el camino e le matasen (5). Al de Trastámara no le quedaba más remedio que huir, para lo cual encontró el apoyo de Fernán Pérez de Andrade que le facilitó un navío en Ferrol y lo acompañó camino de la corte del Rey de Francia. (2)
Según escribe el licenciado Molina en su Descripción del Reino de Galicia, al quedarse Enrique debajo de Pedro en la lucha que mantenían cuerpo a cuerpo en Montiel (1369), Fernán Pérez de Andrade corrió a socorrerle diciendo: “Yo no quito ni pongo Rey, sino libro a mi señor”; y dio lugar a que Enrique se mejorase y matase al Rey don Pedro. Otros autores, sin embargo, atribuyen esta acción a Beltrán Du Glesclin. (2)
Es posible que el de Andrade fuera vasallo del Trastámara ya que, como se dijo arriba, el solar de Andrade podía formar parte del Condado de Trastámara. Eso explicaría tan decidido apoyo.
Ese mismo año de 1369, Fernán Pérez de Andrade eligió la peña más alta desde donde pudiera divisar las tierras que había heredado de sus padres y allí, en la peña de Leboreiro, comenzó a construir un castillo roquero de difícil acceso pero de espléndida perspectiva. No le importó que aquella peña perteneciera al coto de Noguerosa (Pontedeume), propiedad de los monjes de Sobrado, ni que éstos emplazaran al Rey y al Papa para que el de Andrade desistiese y dejara de atemorizarles tanto que ni el prior ni sus hombres osaban acercarse mientras el usurpador anduviese por allí.
Los monjes no tuvieron más remedio que conformarse con el pago de una pensión de diez maravedíes al año que Fernán Pérez de Andrade se avino a sufragar como reconocimiento del dominio directo cuya titularidad pertenecía al monasterio
Castillo de Andrade (cerca de Pontedeume, La Coruña)
Fotografía de Pablo Bermúdez de Castro y Blasco.
Ocho años después (1377) el castillo estaba terminado y Enrique II hizo donación a Fernán Pérez de Andrade de cuanto abarcaba la vista desde la prodigiosa altura (4): las feligresías de San Juan de Vilamourel, Santalla de Viña, San Juan de Padrene, Santiago de Diágono, San Lorenzo de Iglesia, Santa María de Matares y San Martín de Boiro; en 1371 había recibido las villas de Pontedeume y Ferrol con todos sus alfoces, y en 1373 el señorío de Villalba (1).
Falleció en 1397 (6).
Datos de:
1.- PARDO DE GUEVARA, Eduardo: Los Señores de Galicia. Fundación Pedro Barrié de la Maza. La Coruña, 2000. Página 207.
2.- SEIJAS VÁZQUEZ, Eduardo: Andrade o Andrada. Gran Enciclopedia Gallega. Edita: Silverio Cañada. 1985. Tomo 2. Páginas 87 y 88.
3.- PARDO DE GUEVARA, Eduardo: Los Señores de Galicia. Fundación Pedro Barrié de la Maza. La Coruña, 2000. Páginas 213 y 214.
4.- MARTÍNEZ-BARBEITO, Carlos: Torres, Pazos y Linajes de la Provincia de La Coruña. Editorial Everest. 1986. Página 60.
5.- PARDO DE GUEVARA, Eduardo: Los Señores de Galicia. Fundación Pedro Barrié de la Maza. La Coruña, 2000. Página 169.
6.- PARDO DE GUEVARA, Eduardo: El Mariscal Pardo de Cela. Editorial Alvarellos. Lugo, 1981. Apéndice Nº 8.