GENEALOGÍA BERMÚDEZ DE CASTRO
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GARCÍA ORDÓÑEZ.


        Así como existen dudas respecto a la ascendencia de Ordoño Ordóñez y a la descendencia de García Ordóñez (1) lo que nadie discute es que éste fue hijo de aquél, ya que no faltan documentos en los que aparecen juntos. Por ejemplo, en uno de Cardeña, del año 1063, donde confirman: Ordonio Ordoniz, Garsea filius eius (2).

        La dificultad, respecto a este magnate, está en su discernimiento entre los posibles homónimos de su tiempo: García Ordóñez, García de Cabra, García de Nájera, el Crespo de Grañón... Para Sánchez Págin, todos esos nombres se refieren a la misma persona aunque reconoce que fue mérito de Menéndez Pidal haber eliminado esta confusión identificando al de Cabra con el de Nájera (3). Ya ha sido suficientemente estudiado por ese autor por lo que no vamos a detenernos en su identificación. Remitimos, no obstante, a los interesados, a pinchar aquí para consultar el excelente trabajo de Sánchez Pagín.  Ahora nos ocuparemos de lo que, según los historiadores, pudo ser su vida:

        Como se dijo arriba, García Ordóñez aparece en los documentos desde el año 1063 (2). Por entonces debía rondar los 20 años y haber sido armado caballero recientemente (4). Sin embargo, no vuelve a aparecer en los documentos hasta diez años más tarde. Margarita Torres justifica ese silencio documental por los conflictos entre Alfonso VI y Sancho II tras la muerte de Fernando I,  padre de ambos, en el año 1065 (5). Esa autora insiste en mostrar a un García Ordóñez como un caballero fiel a Alfonso VI en oposición a El Cid, que sólo fue fiel a sí mismo. Sin embargo, exceptuando a Pedro Ansúrez, que acompañó al monarca en su exilio en Toledo y tuvo un papel determinante en la rebelión de Zamora, los principales guerreros del reinado de Alfonso VI (como Alvar Fáñez y El Cid), habían servido a Sancho II y únicamente después de la muerte de éste, demostraron su fidelidad a Alfonso VI (véanse las secciones dedicadas a cada uno de ellos pinchando en los nombres subrayados).

        Por tanto, nosotros creemos que el silencio documental de García Ordóñez entre los años 1063 y 1074 se debió más a su juventud que a su lealtad. De hecho, cuando reaparece en el año 1074, aunque lo hace como Alférez Real, no está en las primeras posiciones: Sánchez Pagín señala que en el año 1063 ocupaba un puesto muy humilde en la corte de Fernando I al lado de su padre Ordoño y que en el año 1080, según ese autor, aun ocupa un puesto secundario y solo en 1100 ocupará uno de los primeros puestos (4).

        Ese ascenso lo consiguió gracias a la defensa de las posiciones ganadas al reino de Navarra: al morir Sancho III de Navarra, en el año 1076, Alfonso VI ocupó terreno y posicionó, allí, a nuestro García Ordóñez. Como conde de Nájera aparece este magnate desde el año 1076 hasta su muerte en 1108: como tenente de Calahorra desde 1085 hasta 1107; dominante Matriz (¿Tricio?) en 1092; dominante en Grañón de 1094 a 1103; Pancorbo… (6).

         Además de situar a sus capitanes en territorios de frontera (Alvar Fáñez entre Toledo y Guadalajara; Pedro Ansúrez en Valladolid y la frontera entre León y Castilla; García Ordóñez en Nájera y Calahorra…) Alfonso VI los envió como embajadores a cobrar las parias: en el año 1079 El Cid fue enviado a cobrar las parias que debía el rey Almutamid de Sevilla; con la misma misión, pero al rey de Córdoba, envió Alfonso VI a García Ordóñez. Cuando El Cid estaba cumpliendo su misión en Sevilla, el rey Abdalá de Granada, apoyado por García Ordóñez, atacó al de Sevilla, al que Rodrigo Díaz se vio obligado a defender capturando a García Ordóñez, lo que provocó el inicio de la conocida enemistad entre ambos. La desconfianza de Alfonso VI hacia El Cid fue creciendo de manera que el monarca tuvo que exiliarlo. El Cid se puso, entonces, al servicio del rey Almutamán de Zaragoza (7).

        El reino de Zaragoza lindaba con el territorio de García Ordóñez (Nájera, Calahorra…) por los que los enfrentamientos entre ambos magnates continuó en tierras riojanas (8). A pesar de la fama de batallador que gozaba El Cid, García Ordóñez mantuvo las plazas encomendadas hasta su muerte.

        La fidelidad a su monarca llevó a nuestro magnate a la triste batalla de Uclés de 1108. Algunos autores sostienen que Alfonso VI le encargó la custodia de su único hijo varón: el Infante Sancho (9). Otros creen que ese encargo lo portaba Pelayo Fernández (10). Lo que sí parece seguro es que, siendo su ayo o no, dio su vida por proteger al Infante Sancho en el mismo campo de batalla en el que murieron ambos. Margarita Torres traslada el texto que, en el siglo XIII, escribió Rodrigo Ximénez de Rada: cuando García Ordóñez vio que, en dicha batalla, fue derribado el Infante del caballo…se apeó el conde y parapetó como pudo al niño entre él y su escudovaliente como era, no sólo protegió al niño con el escudo sino que repelió los ataques que llovían de todos lados, pero, al serle cercenado el pie de un tajo, no pudo aguantar más y cayó sobre el niño para morir él antes que el niño… (11).

        García Ordóñez casó con la Infanta Urraca, hija del rey de Navarra García Sánchez, con la que tuvo a Fernando García de Hita (progenitor de los Castro), Mayor García y Elvira García (12). Viudo, volvió a casar con la condesa Eva, de quien nació García García de Aza (12).

 27-enero-2018

 

Datos de:


1.- Para consultar la historiografía de la ascendencia de Ordoño Ordóñez pincha aquí.

Para consultar la historiografía de la descendencia de García Ordóñez pincha aquí.

2.- SALAZAR Y ACHA, Jaime: El linaje castellano de Castro en el siglo XII. Anales de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía. Tomo I, Madrid. 1991. Página 53. (En adelante se citará únicamente SALAZAR Y ACHA).

3.- CANAL SÁNCHEZ PAGÍN, J.M.: El conde García Ordóñez, rival del Cid Campeador. Su familia, sus servicios a Alfonso VI. "Anuario de estudios Medievales", 27 (1997). CSIC. Página 752. Puedes descargarlo en PDF pinchando aquí. (En adelante se citará únicamente CANAL SÁNCHEZ PAGÍN).

4.- CANAL SÁNCHEZ PAGÍN. Páginas 758 y 759.

5.- TORRES SEVILLA-QUIÑONES DE LEÓN, Margarita: Linajes Nobiliarios en León y Castilla (Siglos IX-XIII). Junta de Castilla y León. Consejería de Educación y Cultura. 1999. Página 104. (En adelante se citará únicamente TORRES SEVILLA).

6.- CANAL SÁNCHEZ PAGÍN. Página 761. TORRES SEVILLA. Páginas 104 y 105.

7.- MONTANER FRUTOS, Alberto: El Cid Histórico. Consorcio del Camino del Cid. Burgos. 2002. Pincha aquí para ver el texto.

8.- CANAL SÁNCHEZ PAGÍN. Página 761.

9.- Así lo afirmaba, en el siglo XIII,  Rodrigo Ximénez de Rada, y así lo repitió, por ejemplo, SALAZAR Y ACHA, página 54.

10.- CANAL SÁNCHEZ PAGÍN. Página 762.

11.- TORRES SEVILLA. Página 105.

12.- Al tratar la Historiografía de los Castro ya abordamos esta descendencia de la que, como dijimos allí, únicamente duda Margarita Torres (TORRES SEVILLA. Página 80). Defienden esta descendencia: SALAZAR Y ACHA. Páginas 53-56; CANAL SÁNCHEZ PAGÍN. Páginas 762-766; PARDO DE GUEVARA, Eduardo: Los Señores de Galicia. Fundación Pedro Barrié de la Maza. La Coruña, 2000. Páginas 85-91.